La fuga de talento es un problema bastante común en las empresas, pues a pesar de esforzarse en contratar a los mejores perfiles para completar sus plantillas, a veces las condiciones bajo la cuales se encuentran trabajando no son las mejores, forzándolos a buscar mejores oportunidades. A veces se piensa que los empleados se quedarán ahí para toda la vida, motivados únicamente por su salario.
Esto es un tremendo error, las empresas deben encargarse de saber que es lo que los empleados necesitan para prosperar y así lograr establecer una conexión fuerte con ellos para asegurar su compromiso con el proyecto a largo plazo.
Una de las maneras de lograr mantener al talento dentro de nuestra empresa, es mediante una oferta de valor hacia el empleado que se encuentra basada en cuatro factores interrelacionados, los cuales serán explorados en los siguientes puntos.
Este es generalmente el punto en el que todas las empresas se enfocan, y es algo indispensable. Engloba aspectos como la compensación económica, espacio en la oficina, compensaciones varias, flexibilidad de horario, actualización de equipos electrónicos, etc.
Aquí hay que lograr ofrecerle al candidato los beneficios que existen al encontrarse dentro del grupo, entra mucho el factor psicológico y el sentirse apreciado.
Implementar actividades que hagan posible integrar a todo el equipo, procurar la escucha activa y valoración de parte del grupo son puntos esenciales para lograr confiar el uno en el otro y obtener responsabilidad mutua.
En general, lograr un sentido de pertenencia, donde el trabajo en equipo sea lo más importante.
Es donde los objetivos personales de nuestro empleado y los de la empresa encajan, con el objetivo de generar un beneficio para ambos y el de la sociedad. Debemos procurar que nuestro talento se sienta parte de la visión de la empresa y esté de acuerdo con la dirección hacia la que va encaminada.
En este punto generalmente se resuelve la duda del por qué los empleados hacen el trabajo que hacen.
Es el último punto, donde el empleado debe recibir una oferta de valor hacia su crecimiento personal y profesional. Una oferta que procure el desarrollo de nuevas habilidades mediante herramientas que le debemos proporcionar, además de procurar su integridad y salud y no únicamente explotar sus conocimientos. Todo esto con el objetivo de hacerlos más valiosos para nosotros, para ellos mismos y para el mercado laboral.
Como podemos observar en la imagen, todos estos conceptos tienen un impacto en diferentes plazos de tiempo. En el corto plazo están las ofertas materiales y la cultura, y en el largo plazo se encuentran el desarrollo y el significado, es por eso que al momento de hacer la oferta, hay que considerar este aspecto, para poder realizar una oferta acorde a nuestros trabajadores y los objetivos de la empresa.
Con estos puntos en mente, podremos asegurarnos de que nuestros empleados se sientan parte del proyecto, se mantengan felices dentro de su equipo y sepan lo valiosos que son para la organización, evitando así que otras empresas logren convencerlos de irse.